Equilibrio y dominio propio | Vanguardia.com

2021-12-27 02:17:10 By : Mr. cai lei

No es inusual que la política fomente enfrentamientos entre líderes de distintas vertientes ideológicas y aunque solía suceder...

En estos tiempos a muchas personas les hace falta una gota de dominio propio: se dejan llevar por lo que dicen los demás, suelen ser reactivas y, de manera particular, se quedan inmersas en las contradicciones de sus turbulentas emociones. Como si fuera poco, se la pasan protagonizando vidas ajenas o cumpliendo compromisos que van en contra de lo que piensan y, por ende, viven del ‘qué dirán’.

A demás, destierran la posibilidad de elegir lo que quieren sentir en cada momento y terminan arruinando sus vidas. ¡Es una lástima que se comporten así!

S i desarrollaran el dominio propio podrían forjar su carácter. Porque si desplegaran templanza y equilibrio, estas personas se tomarían su tiempo para meditar ante cualquier situación.

¿ Saben algo? Todos nacemos con dominio propio, lo que pasa es que muchos no han aprendido a desarrollarlo. Hay que ir puliéndolo mientras se crece, so pena de volvernos unos seres irresolutos.

S i usted es de los que vive pendiente de lo que piensen de usted los demás, debería no prestarle tanta atención a lo que opinen. Caer en ese error es un gran síntoma de inseguridad.

L o que debe entender desde ya es que cualquier cosa que haga para tener contento a los demás nunca lo mantendrá satisfecho, porque la tranquilidad y la estabilidad emocional van de adentro hacia afuera y no al revés.

H ay una frase que reza así: “No se sabe cuál es el secreto del éxito, pero el del fracaso es tratar de complacer a todo el mundo”. ¡Y no hay nada más cierto que eso!

T enga en cuenta que a la primera persona a la que debe escuchar sobre todas las cosas es a usted mismo, ya que solo usted es quien sabe cuáles son sus aspiraciones, deseos, metas y prioridades. Obviamente eso no puede estar supeditado a lo que los demás piensen.

Y o le recomiendo que haga el ejercicio de enumerar cuáles son sus mayores anhelos en la vida. También identifique de la manera más honesta posible cuáles de esos sueños son para llenar sus propias expectativas y cuáles son para tener contentos a los demás.

U na vez los tenga claro podrá darse cuenta si lo que está haciendo en su diario vivir es para llenar las expectativas de otros o las suyas, lo que le permitirá plantearse metas que estén acorde a sus anhelos.

N o sienta miedo al rechazo. Usted tiene las suficientes cualidades para ser aceptado en un determinado entorno, además dicha aceptación se la ganará por lo que es y no por lo que parece.

S i insiste en no adquirir una gota de equilibrio y dominio propio vivirá frustrado.

T odos los seres humanos tenemos capacidades especiales que pueden aportar mucho en nuestro círculo social, y eso no significa tener que estar de acuerdo con todo el mundo; se puede debatir, dialogar y compartir sin dejar de ser uno mismo.

S i vive con decisión, elegirá qué es lo que quiere hacer y estará permitiendo que su vida esté llena de sueños y fe. Claro está que para lograr eso, debe prepararse para dirigir su camino hacia su propio crecimiento personal. ¡Dios lo bendiga!

Testimonio: “Siempre he sido católico, pero mi pareja se unió a otro grupo religioso y quiere que me agregue a ese credo. Me gusta seguir los dictámenes de Dios y por ende no quiero violar mis principios ni mis creencias. Me da miedo que mi esposa termine dejándome. Asesóreme por favor”.

Respuesta: Entiendo por lo que puede estar pasando, pero le recomiendo que tenga muy claras ciertas cosas antes de tomar una decisión, y más que por su relación por usted mismo.

Toda relación sana y estable debe estar edificada por los principios de los acuerdos y del respeto. Esto encierra el hecho de entender que muchas veces debemos ceder ante algunas ideas, modos o hábitos de nuestra pareja que no nos gustan, así mismo como el poner ciertos límites y reglas de parte y parte.

Aclarado esto, lo primero que debe identificar es la diferencia entre el ceder ante situaciones cotidianas que usted puede tolerar de su pareja -y que no le generen mayor conflicto- y situaciones donde su integridad, estabilidad y balance emocional se pongan en riesgo, y más sobre algo que usted está convencido que no quiere hacer. Es decir, hablo de conflictos que verdaderamente lo perturben y le quiten el sueño, como el hecho de cambiar de credo.

En una relación auténtica ninguna de las dos partes tendría que hacer algo que no quiera hacer, al menos no que se salga de los deberes mínimos que toda relación debe tener. Así las cosas, debe dialogar con su pareja para darle una solución distinta al hecho de tener que asistir obligado a un culto al que no quiere pertenecer.

Lo importante es entender que es necesario hablar con su esposa sobre cada situación que lo haga sentir incómodo respecto a algo que esté sucediendo en la relación. Esto evitará m alos entendidos, frustraciones, rencores o malhumor entre ambos. Recuerde que la comunicación es clave, y esto hará que tengan una relación óptima y sana.

Periodista de Vanguardia desde 1989. Egresado de la Universidad Autónoma de Bucaramanga y especialista en Gerencia de La Comunicación Organizacional de la Universidad Pontificia Bolivariana. Miembro del equipo de Área Metropolitana y encargado de la página Espiritualidad. Ganador del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar.